Una de la cosas que nos gustan en nuestros periplos por Cantabria, es conversar con la gente de los pueblos. Como digo en la presentación, no hay paisaje sin paisanaje. Una buena excursión no está completa si solo ves montes, paisajes, arboles o animales. Cuando no ves gente, algo falta. Cuando no hay una pequeña charlada con el paisano que está segando, o cuidando las vacas, o sembrando unas patatas, o recogiendo leña, o sentado en el pollo de su casa al atardecer, esperando a que anochezca para meterse al calor de la cocina, el día no se ha completado.
Cicera, uno de los pueblos de Peñarrubia
En este caso nos acercamos por Peñarrubia, otro de los recónditos y poco conocidos rincones de nuestra Cantabria infinita. De vuelta de la braña de los tejos, tuvimos una charla con un paisano del pueblo de Cicera.
Se nos acerca el paisanu con ganas de conversar y me dice: -¿De dónde vienen?
– Hemos subido a la Braña de los Tejos – le contesto
– Ah! Muy bien – me dice escuetamente
– La verdad es que tuvimos un buen día
– El mejor – afirma
– Lo que pasa es que no estaba muy bien señalizada la ruta
– Hombre, si hay un caminu hasta la Braña
– Pues, al principio le cogimos bien, estaba bien señalizado pero después el sendero se pierde, deja de haber señalizaciones o pintadas
– El caminu es muy fácil y está señalizado pero a veces los animales tiran los postes
– Pues la verdad es que nos salimos del camino varias veces y acabamos subiendo casi campo a través al collado Pasaneu y a la Braña
– ¡Claro, el que no sabe…! Caminu hay que yo lo he subido y bajado mucho, algunos días dos veces y otras incluso huyendo de los guardas
No me especificó porque huían pero quizás alguna caza furtiva o estraperlo estaría de por medio, aunque hace ya demasiados años.
El paisano en albarcas dando las explicaciones a un atento senderista
– Buenas piernas había que tener para subir dos veces hasta la braña – le dije
– Sí, buenas piernas – se reía el paisanu
Desde luego el camino a la Braña no tenía ningún secreto para él, que lo había recorrido desde niño, quizás casi un siglo transitando por este sendero, pero para nosotros senderistas que llegábamos por primera vez no era tan fácil sin señalizaciones, como dijo el paisanu sin ánimo de molestar, o quizás un poco sí porque no le gustó que le dijéramos que su pueblo estaba mal señalizado, “Claro, el que no sabe…”
Tejo centenario en la braña
Atardecía y le preguntamos si aún tendríamos luz para disfrutar de las vistas desde el cercano y espectacular mirador sobre el desfiladero de Santa Catalina y nos dijo que sí, que aún se vería bien y para allí nos dirigimos, no sin antes despedirnos de él y siempre contentos de poder disfrutar de una conversación con hombres como ellos que se conocen los pueblos y la naturaleza como ninguno.
vista desde el mirador
Otra panorámica. Al fondo peña prieta.
Para el que quiera mas información de la ruta de la braña de los tejos, aquí os dejo dos enlaces, uno de la ruta explicada, y otro de un video del camino.
http://senderismocantabria.wordpress.com/2013/01/04/cicera-brana-de-los-tejos-cicera/
http://jesusfrleal.blogspot.com.es/2013/01/ii-ascension-la-brana-de-los-tejos-por.HTML
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